Postby BOStet » Wed Mar 17, 2010 3:43 pm
Solo hizo falta un par de palabras susurradas al oído equivocado y el futuro de toda una compañía se fue a la mierda. El Barón Von Greil tenia problemas para controlar su gusto por las mujeres, lo cual nunca fue un problema hasta que intentó ligarse a la prima del mismo Gran Príncipe.
El Barón y todos sus hombres, antes orgullosos soldados regulares de Reikland, fueron destinados a los mas deshonrosos menesteres. Durante 5 años vieron dando tumbos entre los confines mas desolados del imperio y las fronteras mas peligrosas.
No bastando con ser expuestos a todos los peligros posibles, dado que el suministro de alimentos y pertrechos dependía exclusivamente de las arcas del Barón, los hombres pronto se vieron teniendo que recurrir al saqueo y al pillaje para poder siquiera mantenerse. Esta no era la vida de honor para la que se habían apuntado, pero daba igual, porque después de todo este tiempo esa palabra no significaba nada, si es que alguno la recordaba.
Quizás fue el cansancio y el hambre, quizás la falsa sensación de seguridad que daba el estar acompañado por una docena de hombres, pero esa noche el pillaje fue de todo menos silencioso. Y justamente en una incursión a una granja en la que participaba el Barón, tuvieron la desgracia de toparse con un viejo tirador que aún conservaba tanto su rifle como su buena puntería.
Cuando iban ya de regreso al campamento se vio un fogonazo de pólvora y casi simultáneamente se escucho un zumbido y una leve explosión. Caía de rodillas con una gallina estrangulada en la mano el otrora mujeriego Barón.
La primera reacción fue intentar rescatar al caído, pero cuando otro proyectil pasó cerca del cadáver, el único cuerpo rescatado fue el de la gallina.
Ya de vuelta en el campamento y junto al fuego era hora de tomar decisiones. Muerto el Barón la afrenta de la compañía debería quedar limpia por lo que era hora de volver a casa. Solo un capitán conocido por todos como el BarbaRoja y 11 hombres mas a los que no les quedaba nada que perder decidieron que en todo Reikland no quedaba nada para ellos. El ejército les había dado la espalda y ahora era el momento de forjar su propio destino y el mejor lugar para empezar parecía ser Atalheim, con la promesa de riquezas inimaginables para gente dispuesta a hacer lo que hiciese falta… y BarbaRoja ciertamente lo haría, luego de comerse la gallina que había "rescatado".
Esta banda llega a Atalheim un poco mas rica y con algo de experiencia que las bandas normales. Como mi primera partida realmente no la jugué simplemente voy a asumir que acaban de llegar pero ya vienen con lo que me salió de la primera partida.
Finalmente la banda está compuesta por:
Barbarroja, capitán equipado con ristra de pistolas de duelo, maza y daga. Tiene una habilidad.
Fyn y Jürgen: Campeones con pistola de duelo, maza y daga.
Sven: Recluta con mucha iniciativa (I4) que usa una maza y una daga.
Otto "Schnell", que lleva una maza a dos manos, daga y es corredor.
Luego están los fuertes (F4): tres tiradores con arco, maza y daga
Dos grupos de dos tiradores que llevan arco largo y dos dagas.
Por último, en el camino encontraron un grupo formado por un elfo y un hobbit, del cual quizás contaré la historia mas adelante, pero haciendo el cuento corto, la pareja decidió venir.
Eso si, esta gente llega muerta de hambre a Atalheim, porque para todos sus gastos solo les quedan dos coronas! espero que la suerte les sonría.
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