Postby Steeler [Crawler] » Sun Apr 11, 2010 8:50 pm
Bueno os pongo la historia de mi partida contra Tipinwa, es decir Halflings contra Poseidos.
-Vamos a ver si nos entendemos-, dijo Jon Panceta al comerciante. – Que lo que queremos es tres Para barbas y unas Pistolas de Vuelo-. El pobre comerciante habia recibido a lo largo de su vida muchos encargos raros, era lo que tenia trabajar a las afueras de Atalheim y suministras todo tipo de material a los desventurados que se adentraban en la ciudad dos veces maldita, ahora, una por la destrucción que la asolo a la vez que su hermana más famosa Mordheim y otra, en la actualidad por haber sufrido la invasión de una horda de Halflings sedientos de comida y productos a los cuales solo ellos sabían a lo que se referían.
El hombre había visto la oportunidad de sacar provecho al oro de los halflings pero ya no se conformaban con el surtido de embutidos y mermeladas que les vendía a ocho veces su valor, ahora querían “Para Barbas” y “Pistolas de Vuelo”, así que intento seguir sacando tajada, que se le iba a hacer. – Como no te expliques mejor, Sr, Panceta no le puedo ayudar-
-Mira, nos hemos enterado que los humanos tienen unas armas parecidas a lanzas con hacha que parece ser que llaman “Para Barbas” por ser capaces de detener hasta al Berserker más barbudo y grande, y unas pistolas especiales hacen volar la munición mucho más lejos y rápido que las pistolas de pólvora normales-.
Al fin el comerciante lo entendió. – Eso son ALABARDAS y PISTOLAS DE DUELO, pero me llevara unos dias conseguirlas, eso sí aparte de su precio, puede ser que necesite que me traigas una tela impregnada de los efluvios de la maldad de la ciudad-
Asi es como Los Mosquitos de Atalheim se vieron envueltos en su siguiente aventura.
Los chicos se habían vuelto más rápidos, eran capaces de golpear a la velocidad del rayo, incluso el mismo, Panceta, era capaz de cargar la pistola de su abuelo a la mitad del tiempo que ningún otro halfling lo haría jamás. Pero les seguía faltando chicha, Argibulli, era el único que era capaz de llevar, en solitario, todos los aperos de cocina, y habían oido hablar de esa armas que les dotaría de más fuerza frente a sus enemigos, así que para conseguirlas se dirigieron directamente a la zona donde hacia unos días habían visto señales de oscuros rituales.
No habían hecho nada más que entrar en el distrito cuando a lo lejos vieron que los oscuros poseidos del mal, les habían descubierto …… así que se dispusieron en tres grupos, cada uno con un tirador. La cosa de primeras no pintaba mal, ellos eran solo 8 frente a los 16 mosquitos, bueno 15, el joven Timy Pirulo, era mejor que se quedase en la retaguardia, era su primera misión y no queríamos que se pusiera nervioso.
Poco a poco lo que parecía un enfrentamiento sin importancia se fue tornando a algo del estilo “huy, huy que nos dan”. Nuestros proyectiles no les hacían nada, y se acercaban peligrosamente, pero un mosquito no evita el combate así que Panceta, Arguibulli y algún que otro de los chicos les hicieron frente, con tal mala fortuna que aunque nuestras armas conseguían impactarles no les dañaban. El propio Panceta fue terriblemente alcanzado por un furioso golpe de una criatura amorfa, que recibió al interponerse entre esta y un Mosquito derribado, y cuando parecía que la cosa no iría más lejos para él y el chico que estaba a su lado, entre la neblinosa sangre que le surgía de la frente fue capaz de ver como Arquibulli que en un primer momento también había sido derribado, se levantaba de un salto, y con uno solo golpe era capaz de arrancar de las manos del impío al que se enfrentaba sus dos armas y tras este gesto de valerosidad, inspirar en el resto de los halflings la fuerza suficiente para ahuyentar a los Poseidos.
-Ya hemos vuelto- Le dijo Panceta al comerciante.
-Bien, ya tengo el encargo que me hicisteis al menos en parte, están las 3 alabardas, pero las pistolas me están costando un poco son complicadas de conseguir, mira toma-
-Ohhhh, Hala!!! Si que son grandes- Fueron los comentarios de los Halflings al ver semejantes armas. –Pero si no podemos con ellas, no las hay más pequeñas-
-Pues NO, son formato único y las pistolas son igual de grandes-
-Pues si es así, no las queremos, y en vez de eso nos llevamos esos 5 jamones, el tabaco y el saquete de especias-
espero acordarme para la proxima.
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