Relatos del Mal en el Norte (DUN)

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Arendal
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Relatos del Mal en el Norte (DUN)

Postby Arendal » Wed Oct 26, 2016 12:41 pm

“Orcos”, escupió Sylvan arrugando la nariz. “Mierda, Argail, es un maldito cubil de orcos”.
La cazadora de brujas observaba contrariada el montón de inmundicia que se acumulaba en una de las esquinas del estrecho corredor de piedra. El aire, pesado, arrastraba un desagradable olor ocre.
“Yo no cazo orcos”, sentenció lanzando una dura mirada al acorazado guerrero. El paladín de Sigmar sonrió beatamente. Pero Sylvan sabía que no había rastro de inocencia en aquellos ojos que la miraban pidiendo perdón.
“El camino que Sigmar nos muestra no siempre es el que desearíamos recorrer. Pero es el que Él quiere que recorramos”. Con aquella frase pareció dar por terminada la discusión.
“Yo no cazo orcos”, murmuró Sylvan comprobando si sus pistolas de duelo estaban correctamente cebadas, más para sí misma que con intención de que el guerrero sigmarita la escuchara.
Con un estruendo metálico parecido a un trueno en la tormenta, Yunque apareció corriendo por el pasillo situado a la derecha de la bifurcación en la que se encontraban.
“¡Un muro de ardientes llamas cierra el corredor hacia el oeste!” gruñó el poderoso enano.
Junto a él, cubierto de tatuajes azules sobre la dura piel, apareció Martillo. Evidentemente, Yunque y Martillo no eran sus nombres. Pero eran los que Sylvan había decidido utilizar para referirse a ellos, aunque ahora mismo fuera incapaz de recordar a cuál había decidido llamar Yunque y a cuál Martillo. Ambos, parientes enanos de Karak Azul, se habían unido a la partida en busca de gloria y oro. Sin embargo, Sylvan sospechaba que sus intenciones ocultaban algo más.
“Despejado a la izquierda”, se oyó decir a Imrahila. La cantarina voz de la exploradora elfa sonaba extraña en aquel lugar oscuro y opresivo. Con el arco siempre a punto entre sus delicadas manos, Imrahila se acercó a Sylvan, como si se tratara de una novicia buscando la aprobación de la hermana superiora. O así es como la cazadora de brujas parecía percibir aquel comportamiento casual e inocente de la elfa, a pesar de la diferencia de años entre ambas. De repente, la dulce expresión de Imrahila se convirtió en un gesto duro y decidido mientras la elfa se giraba sobre sí misma con el arco listo y la mirada alerta, cada músculo de su ágil cuerpo en tensión.
“Orcos”, silbó entre dientes.
“Orcos”, escupió Sylvan de nuevo lanzando una mirada de desaprobación hacia Argail.
“¡Orcos!”, aullaron con desprecio Yunque y Martillo desenvainando sus enormes armas de manufactura enana y apretando los abultados músculos, listos para saltar sobre sus odiados enemigos.
Argail apretó con fuerza la larga empuñadora de su mandoble, una impresionante hoja consagrada a Sigmar capaz de partir a un hombre por la mitad. A su lado, fray Cuervo sonrió mientras apoyaba una flecha en su arco. El sacerdote, compañero en la fe, parecía disfrutar tanto de un buen combate como lo hacía de un buen barril de cerveza y una comida copiosa.
“Todo el mundo preparado”, advirtió Izabetta internándose en la oscuridad y desapareciendo de la vista del grupo. “Ya vienen”.
El brillo de sus afiladas armas fue lo último que Sylvan pudo ver antes de que la peligrosa asesina se internara en la oscuridad, abrazando las sombras…



La primera aventura de la campaña “El Mal en el Norte”, dirigida por nuestro compañero Oxygen, nos llevó al cubil de una partida de guerra orca.
Tras un primer encuentro con los guerreros pieles verdes, del que salimos bien parados, nos internamos en su guarida con la intención de dar muerte a su caudillo.
Tras unos cuantos turnos de exploración en los que reinó algo de confusión, por fin el grupo comenzó a actuar de forma coordinada, afrontando con éxito cuantas dificultades surgieron durante nuestra búsqueda.
La guarida ocultaba algunas sorpresas, como trampas de gas o un constructor de piedra que se activó por voluntad propia sin que Sylvan Draskovic, la cazadora de brujas kislevita, tuviera nada que ver (afortunadamente, la gema que portaba el constructor antes de activarse acabó a buen recaudo entre las posesiones de la cazadora, es de suponer que se le caería durante la persecución en el bolsillo de Sylvan).
La sala final supuso inicialmente un duro reto para el grupo, pero rápidamente la coordinación y una buena estrategia pusieron las cosas muy difíciles para los orcos, que acabaron cayendo bajo las balas de Sylvan, las flechas de Imrahila y los espadazos de Argail. Izabetta se lanzó contra el chaman orco para evitar que su magia inclinara la balanza, mientras Yunque (¿o era Martillo?) empleaba su poder rúnico para aplastar cuantos enemigos se pusieron a su alcance.
Finalmente, el caudillo orco cayó derrotado sin opción a confrontar en combate singular a nuestros héroes.

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¿Qué nuevos peligros deberán enfrentar nuestros héroes para derrotar al mal que se levanta en el Norte? :tackle: :tackle:

erinyz18
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Re: Relatos del Mal en el Norte (DUN)

Postby erinyz18 » Thu Oct 27, 2016 9:43 am

Buen texto y cojonuda iniciativa, Arendal :-D :baile:
Espero más narraciones de las siguientes partidas :mrgreen:


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