La noche del viernes se convirtió en una velada de dados y pizzas en forma de Advanced Heroquest, el juego creado por nuestro compañero del club Oxygen.
Todas las expectativas se vieron superadas cuando nos reunimos 12 jugadores, lo que obligó a separarnos en dos grupos.
La partida tuvo todos los elementos que nos encantan a los viejos roleros... comenzando por la creación de fichas.
En mi caso, acostumbrado a interpretar siempre exploradores, bardos, elfos... me decidí por un bárbaro humano.
El grupo se repartió los personajes con mucha fortuna, y así en cada grupo pudimos contar con dos guerreros, un hechicero, un ladrón/explorador y un guerrero a distancia.
La partida que Sheix nos había organizado era un peligroso dungeon en varios niveles por el que fuimos avanzando a costa de sudor, sangre y puntos de destino.
En mi grupo las cosas iban saliendo con algo de fortuna y cabeza... pero cuando íbamos a mitad de camino por las catacumbas del castillo, el otro grupo abandonó con varias bajas y prisioneros, aunque más tarde se uniría a nosotros su único superviviente.
Finalmente conseguimos rescatar al mago al que habíamos venido a buscar y nos preparamos para enfrentarnos a los enemigos finales...
La sala final supuso un auténtico reto que nos costó todos nuestros puntos de destino, pociones, magia y la vida de nuestro explorador enano. Pero gracias al esfuerzo del guerrero enano (Benkei), cazador de brujas (Osibañez), maga elfa (Imrahil) y el explorador halfling (Salendor), consegui,os derrotar al cónclave de chamanes pielesverdes y a su poderoso kaudillo.
Fue la guinda perfecta a 48 horas de wargames, 5 juegos diferentes y un montón de horas con compañeros del club...
Una reflexión final. No dejas de jugar porque te haces mayor. Te haces mayor porque dejas de jugar.
Yo... no pienso dejarlo nunca.
Gracias a todos los que habéis compartido partidas conmigo estos días, y a quienes habéis leído este post... que espero que os haya servido al menos de entretenimiento.
VIVA LA ATALAYA!