El audaz e imparable avance de las tropas italo-tedescas, bajo las órdenes de Rommel, ha dejado Tobruk rodeada y aislada, defendida por las duras tropas australianas, que aguantan con una entereza digna de elogio el asedio al que le someten las tropas del Eje.
Los australianos lejos de agachar la cabeza, se dedican a realizar frecuentes incursiones nocturnas con el objetivo de minar la moral de los asediantes.
Pero en la noche de hoy, los desesperados defensores de Tobruk han reunido a un número de tropas superior al habitual, que parece presagiar un ataque mayor al de un simple raid nocturno.
Los australianos parecen dispuestos a asestar un golpe contra las posiciones italo-tedescas, que les permita abrir una brecha y levantar el cerco que las tropas del capitano Sanvini y el hauptmann von Moren mantienen sobre Tobruk.