Postby consuelosi69 » Thu Jun 23, 2011 4:06 pm
- Este lugar se conoce como la calzada de los gigantes mi señor, lleva aquí desde la creación de Albión y es un lugar de gran poder y significado para nosotros, los habitantes de la isla, explicó el Arúspice.
Os dije que os serviría de guía y os advertiría de los peligros del camino; pues bien, a una jornada encontrarás enemigos acampados en la calzada, enemigos tanto tuyos como de Albión y para ayudarte a expulsarlos te ofrezco la ayuda de dos de los antiguos gigantes, representantes de una casi extinta y noble raza.
Theduran meditó su respuesta, sobre todo para darse tiempo en estudiar a los dos enormes seres que se alzaban a varios metros de altura y que esperaban pacientemente en los lindes de su campamento.
- La Dama nos encomendó una misión y bendijo tú ayuda, así que he de suponer que también bendice la ayuda de tús nobles hermanos. Háblame de las fuerzas acampadas y veremos como podemos derrotarlas.
El Arúspice tenía razón: el ejército enemigo era humano, procedente del Imperio por lo que podía observar y había acampado justo en el centro de la calzada donde había levantado unas toscas defensas, sin embargo no era el lugar más adeacuado puesto que su posición podía ser atacada desde 4 frentes al mismo tiempo y eso es lo que iba a suceder una vez que recibiera la señal de que los 4 grupos en los que había dividido su hueste estaban listos.
Su principal preocupación era la artillería enemiga que estaba emplazada sobre un promontorio en el centro exacto del campamento enemigo pero no todo iba ser fácil.
- Mi señor, las tropas están listas.
- Muy bien. Y dicho esto montó sobre su pegaso para ponerse a la vista del campamento enemigo desde una loma cercana, momento en que sus caballeros iniciaron el ataque puesto que su aparición era la señal para ello.
Los trebuchos y los arqueros comenzaron a lanzar sus mortíferos proyectiles sobre el enemigo para cubrir lo más posible el avance de las tropas; en el extremo este observó como sus hijo, portando el estandarte de su casa y varios de sus caballeros noveles rompían la primera línea de defensa enfráscandose en una batalla sin cuartel con la caballería enemiga mientras uno de los gigantes y sus caballeros del reino maniobraban para apoyar a sus tropas y cargar contra una línea de arcabuceros tras la que formaba en cuadro un gran número de espadones.
En el Oeste, sus unidades de infantería, junto con el segundo gigante, avanzaban poco a poco para plantar cara a la infantería enemiga allí desplegada, mientras por el norte observó como la maniobra de ataque empezaba a dar sus frutos ya que sus jinetes ligeros y sus pegasos se acercaban sin ser vistos, ya que el enemigo había desplazado sus fuerzas hacia los lados este y oeste, para intentar acabar con la artillería enemiga.
En ese momento Theduran espoléo a su montura en pos de sus bienamados y orgullosos griales que igualmente desapercibidos, galopaban hacia la posición enemiga.
Mientras aferraba a su leal montura observó como la artillería enemiga había sido silenciada y como sus hombres de armas, a pesar de la muerte del gigante, conseguían plantar cara a las tropas enemigas. Sin embargo donde mayor parecía su ventaja era donde más problemas estaban teniendo sus caballeros ya que el enemigo había rehecho sus líneas y estaba causando grandes bajas a sus caballeros, sobre todo los espadones.
Volviéndose a su grupa ordenó a sus griales que fueran en ayuda de la infantería para cargar a la retaguardia de los bloques allí situados mientras el se dirigía en ayuda de sus caballeros directo a los espadones, dónde también se dirigían sus pegasos una vez aniquilada la artillería.
El embate fue terrible, y a pesar de ser pillados entre dos fuegos, lucharon con valentía, pero el destino estaba escrito y poco después el enemigo había sido completamente aniquilado y el campamento destruido.
-Mil gracias Barón, en mi nombre y en de mis congéneres.
- Gracias a ti noble amigo, sin tú ayuda no habría sido posible. Si estás de acuerdo, enterraremos a nuestros muertos y aparteremos del camino los restos del campamento, para después seguir camino.
- La Dama sigue con nosotros, nuestro objetivo está más cerca.