Un viernes más, nuestros oficiales dieron las órdenes y los ejércitos se pusieron en marcha.
En esta ocasión, Imrahil combatió conla Guardia Francesa mientras Íbero y yo desplegábamos una fuerza combinada de británicos y austriacos.
Al igual que hace unos días, decidimos jugar un escenario al azar (lo mejor para poner a prueba el reglamento) y la fortuna quiso que fuera la batalla por el puente. La Guardia francesa tendría que defenderlo, desplegando para ello la mitad de sus fuerzas, mientras que británicos y austriacos deberían tomarlo antes de que la partida finalizara.
Imrahil desplegó 3 piezas de artillería a suficiente distancia como para cañonear a cualquier unidad que tomara el puente y a dos unidades de la Guardia a los lados de este.
Nosotros, con una lista algo rara y sin artillería, decidimos ir rápido por el vado con Ulanos, Blackwatch y KGL, y distraer su atención en el puente con 3 unidades de infantería británica y grentzers y jagers.
Fue un terrible error, como descubrimos rápidamente.
Avanzamos rápidamente, en formación de marcha y tratando de atravesar el río por el vado y llegar a la orilla para eliminar a la artillería. Pero los cañones franceses frustraron nuestro avance. En los dos primeros turnos calleron dos unidades británicas, gracias a la buena mano de Imrahil y a mi desastrosa estrategia. No debería haber desplegado dentro del alcance de sus cañones. Fue un suicidio absoluto y me hizo perder la mitad de mi ejército inútilmente.
Muy debilitados, llegamos al puente. Por el vado las cosas están mejor, aunque nos ha faltado algo de velocidad para poder realizar las primeras cargas. Nuestros disparos se pierden entre el humo y la Guardia, que apenas ha sufrido bajas, resiste sin dificultad.
En el tercer turno llegan los refuerzos franceses, y las cosas pontan muy mal para la alianza austro-británica.
En peores condiciones de las esperadas, los ulanos lanzan al fin la carga. Es un intento desesperado de cambiar el curso de la batalla. Nuestras tropas han sufrido mucho castigo y sólo podemos confiar en arriesgar y que la fortuna nos sonría al fin.
Pero la Guardia resiste de nuevo y derrota a ulanos y KGL, mientras en el puente la artillería machaca a los grentzers y los pone en fuga.
Sólo la Blackwatch resiste. Suenan las gaitas entre la niebla mientras los escoceses lanzan su ataque contra los chasseurs y posteriormente contra la vieja Guardia.
Pero es demasiado tarde. Cae la noche y el puente es francés. Y no sólo éste. El campo de batalla es del Emperador. Suya ha sido la victoria...
¡Gran partida! Un escenario muy complicado para el atacante, en el que además nuestra estrageia no estuvo a la altura.
A pesar de las quejas de Imrahil, la Guardia se mostró intratable y justificó sobradamente su coste.
Austria pierde un nuevo territorio... a ver si en la próxima Íbero logra la victoria... jajaja!!