Re: Campaña Mordheim: La Sombra de Morrisleb. BANDAS
Posted: Sun Sep 13, 2020 11:51 am
CIRCO DE LA TRIPLE AMISTAD
Fofete era el único que seguía "jugando" con lo que quedaba de sus espectadores. Un par de nurgletes miraban, saltaban y reían cerca de él mientras tanto, pero había que pensar ya en la siguiente parada. Las regiones norteñas no habían sido fáciles de engañar en el pasado y habían tenido que salir por patas más de una vez. En cambio, los pequeños pueblos sureños eran presas fáciles pero pequeñas. Una difícil elección, sin duda.
Días pasaron sin que el señor Barnum saliera del carromato. Aquel que se acercara recibiría un latigazo del cochero, algo desagradable hasta para Bleg y Saxton. La plaza del pueblo por completo era un gran ensayo para futuras obras, en el que cada uno cumplía su papel. Cuando alguien se olvidaba de una línea, aparecía un nurglete para recordarsela, la cacofonía proveniente de los músicos se sumaba a los gritos de los vendedores ensayando nuevos esloganes, los tragallamas daban motivos reales a los acróbatas para saltar y hacer volteretas.
De repente, la puerta del carromato se abrió. Se hizo el silencio y todos se giraron al unísono, dejando caer tanto pesas como guiones. Al poco tiempo, salió el señor P. U. S. Barnum con un papel pintarrujeado en una mano y el megáfono en la otra. Se acerco este segundo a la boca y comunicó a todos: "A Mordheim. Montemos una buena fiesta."
Fofete era el único que seguía "jugando" con lo que quedaba de sus espectadores. Un par de nurgletes miraban, saltaban y reían cerca de él mientras tanto, pero había que pensar ya en la siguiente parada. Las regiones norteñas no habían sido fáciles de engañar en el pasado y habían tenido que salir por patas más de una vez. En cambio, los pequeños pueblos sureños eran presas fáciles pero pequeñas. Una difícil elección, sin duda.
Días pasaron sin que el señor Barnum saliera del carromato. Aquel que se acercara recibiría un latigazo del cochero, algo desagradable hasta para Bleg y Saxton. La plaza del pueblo por completo era un gran ensayo para futuras obras, en el que cada uno cumplía su papel. Cuando alguien se olvidaba de una línea, aparecía un nurglete para recordarsela, la cacofonía proveniente de los músicos se sumaba a los gritos de los vendedores ensayando nuevos esloganes, los tragallamas daban motivos reales a los acróbatas para saltar y hacer volteretas.
De repente, la puerta del carromato se abrió. Se hizo el silencio y todos se giraron al unísono, dejando caer tanto pesas como guiones. Al poco tiempo, salió el señor P. U. S. Barnum con un papel pintarrujeado en una mano y el megáfono en la otra. Se acerco este segundo a la boca y comunicó a todos: "A Mordheim. Montemos una buena fiesta."