Postby elmasmalo » Sun Sep 08, 2019 10:02 pm
TRASFONDO ENANO
- ¡¡Thorgim, gran rey de los Enanos, traemos noticias urgentes!!
Así, con el alma en un puño y la voz atronadora entró Gudred Gudrigsson, hijo de uno de los mejores exploradores de toda la raza enana, Gudrig Hakansson. Gudrig había marchado de la fortaleza de Karaz-a-Karak, hacia los desiertos del Caos, en otro nuevo intento de investigar que sucedía en la fortaleza perdida de Karag Dum.
- Ya puede ser importante, Gudrigsson, para interrumpirme en mis cavilaciones sin siquiera presentarte como es debido. – Dijo Thorgrim
- Mi señor. – contesto Gudred – os pido perdón. Pero la noticia no puede esperar, algo terrible ha pasado en Karag-Dum. Me ha llegado un mensaje de mi padre, escrito tan solo hace 4 días.
- Si ha llegado tan rápido, no pueden ser buenas noticias.
- No lo son señor. – la cara de Gudred, o lo poco que se veía tras la poblada barba, mostraba preocupación. – Mientras mi padre vigilaba la fortaleza, estudiando como poder entrar por los túneles secretos sin ser visto, una gran comitiva del Caos llegó a la fortaleza. Esa misma noche, el cielo se tornó de muchos colores y un gran vórtice se generó en el gran patio interior. Alaridos inhumanos rasgaban la noche, y un enorme viento se levantó, como queriendo arrancar el castillo de sus cimientos. El ruido aumentó y aumentó hasta que con un solo grito demoníaco todo cesó y el cielo quedó en calma. De repente, la fortaleza parecía haber quedado vacía.
Mi padre se aventuró un par de horas más tarde, entrando en Karag Dum, y, en efecto, la fortaleza estaba completamente desierta. Lo que moraba allí ya no estaba.
Tampoco ha encontrado la reliquia, mi señor, y ahora espera sus ordenes.
- Bien, - comenzó a decir Thorgrim – Escucha muchacho, vas a enviarle un mensaje a…
El gran rey Enano no pudo continuar, porque de nuevo las puertas del salón del trono se abrieron con violencia.
- ¡¡¡Maldita sea quien osa entrar de esas maneras en MI SALON!!! – rugió Thorgrim
- Venga, viejo barbudo, no gruñas tanto. Tengo algo importante que decirte.
Plantado delante del rey estaba un personaje peculiar. Llevaba una gorra de cuero bien calada, de la que sin embargo asomaba una cresta de matador por una abertura hecha para tal efecto. Sobre la nariz descansaban unas lentes gruesas, y adornaba el resto de la cara una sonrisa con algún diente de menos.
- Oh, eres tú – dijo Throgrim. – Si has dejado a tus amiguitos humanos de Nuln, igual lo que tienes que decirme hasta me interesa. Habla antes de que mande encerrarte, Makaisson.
- Gracias, oh gran rey de los Enanos. – Dijo Malakai. – Tenemos que construir los mayores dirigibles que se hayan visto en el Viejo Mundo, y para ello necesito tu ayuda.
- Mi oro, querrás decir.
- Bueno, llámalo como quieras, pero lo necesitamos.
- Y exactamente ¿por qué tengo que malgastar mi oro?
- Ese es mi rey, siempre yendo al grano. Pues bien, señor, necesitamos esos dirigibles para marchar hacia una nueva isla que ha aparecido en medio del océano. Elfos y Humanos ya están preparándose para marchar. Dicen que vieron una gran luz en el cielo y un cometa de dos colas caer sobre el agua, y de donde no había nada, surgió una isla.
- Mmmm – dijo, pensativo, Throgrim. – Dos noticias sin relación llegan a la vez a mis oídos. No puede ser casualidad. Podría ser que la desaparecida Hacha de Grimnir aparezca por fin y ese sucio Gurnisson no sea su portador… Está bien, Malakai, date prisa, comienza ya los preparativos. Dispondrás de todas las riquezas de Karaz-a-Karak, haz lo que sea necesario, pero quiero los dirigibles listos cuanto antes.
En cuanto a ti, Gudrigsson, dile a tu padre que vuelva aquí, no hay nada por lo que luchar en esa fortaleza maldita. Además de eso, haz llamar a los señores de los clanes más importantes. Tengo que hablar con ellos de su misión en esa isla maldita.
Tenemos que impedir que esos malditos elfos o los bastardos humanos se hagan con lo que es nuestro
¡¡¡¡A TRABAJAR!!!!
El miedo es el camino hacia el lado oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento, el sufrimiento al lado oscuro.